¿Haces preguntas para tus hij@s o para tí?

¿Te has parado a pensar cómo le haces las preguntas a tu hij@ adolescente? Esta fue mi reflexión cuando me adentré en el mundo del coaching. El coaching es una herramienta que permite la reflexión y la toma de decisiones desde nuestro ser. Utiliza una metodología basada en preguntas poderosas, preguntas realizadas con una estructura determinada que nos lleva al análisis y la búsqueda de respuesta en nuestro interior.

El coaching me enseñó a saber preguntar, a saber por qué hacía las preguntas, pero sobretodo, para quién hacía las preguntas. Y es por ello que me di cuenta que cuando preguntaba a mi hija Ariadna de 14 años (en la foto conmigo :)) lo hacía para mí, preguntaba para saber yo y poder ayudar a mi hija a saber lo que está bien o lo que está mal para su vida. Hasta que el coaching me enseñó que la mejor ayuda que puedo dar a mi hija es que ella misma por sí sola, con su reflexión y respuesta en su interior, se de cuenta de lo que merece en la vida y los riesgos o beneficios que puede tener según qué decisiones tome.

“Prepárate para hacer preguntas para tus hij@s y descubrirás el empoderamiento en su desarrollo personal”

Así es que cambié mi manera de hacerle preguntas y de comunicarme con ella, dejé de un lado mi mapa mental y me dediqué a hacerle preguntas para ella, para que ella sepa llegar a tomar sus propias decisiones sabiendo los riesgos o beneficios que le pueden conllevar, siendo sus propios consejos para ella los que más fuerza tengan.

Es sorprendente el poder que les damos a nuestros hijos cuando preguntamos para ellos. Es sorprendente el impacto que generamos en ellos cuando ellos mismos son los que se aconsejan o se dan sus propias respuestas, cuando sale de su interior. A veces con determinadas preguntas que le lleven a la reflexión quizás no nos contesten, pero la semilla estará plantada, la reflexión habrá comenzado, y esa reflexión será para ellos no para nosotros.

En la edad adolescente es bastante habitual que nuestros hijos no consideren o interioricen nuestros consejos; consejos que habitualmente van en una dirección contraria a lo que ellos necesitan… ellos necesitan volar y nosotros necesitamos protegerles… y difícilmente así conseguimos conectar con ellos o ayudarles.

Piensa en esto que estás leyendo y prepárate para empezar a hacer preguntas para ellos y no para ti.

Algunos ejemplos:

(i) Tu hija está empezando a salir con un chico que crees que puede hacerle daño o llevarla por mal camino. ¿Qué harías?

  1. Quizás le dirías: “Este chico no me gusta para ti porque te puede hacer daño o te puede llevar por mal camino” o quizás le preguntarías: “¿No crees que este chico te puede hacer año o te puede llevar por mal camino?
  1. Probablemente entre algunas de sus respuestas nos encontraríamos: “Aih mama, papa, siempre estás igual, él es buena persona, me gusta y punto”. No sólo no le ayudamos a la reflexión si no que provocamos el efecto contrario, ella se posiciona en la defensa de su chico.
  1. Pero todo cobraría mucho más sentido para ella si le haces la pregunta: “¿Cómo te gustaría que fuera el chico que salga contigo para que estuvieras feliz y a gusto? Esto le haría reflexionar y quizás no te conteste nada, pero la semilla estaría plantada, ella recibe esa pregunta para ella, sabe que no es una pregunta para ti, si no para ella.

(ii) Tu hijo no está nada motivado a estudiar, no encuentra sentido para ello. ¿Qué harías?

  1. Quizás le dirías: “Cariño, si no estudias lo vas a tener muy difícil en la vida, tienes que estudiar para hacerte un buen futuro”, o quizás le preguntarías: “Cariño, qué va a ser de tu vida si no estudias?”
  1. Probablemente entre sus respuestas estaría: “Para qué voy a estudiar si no voy a encontrar trabajo” o “Para qué voy a estudiar si no sé ni lo que quiero hacer”. Seguramente lo que queremos conseguir que estudie o tenga una motivación para hacerlo para tener un buen futuro, pero no sólo no lo conseguimos si no que con su respuesta se convence más todavía de su decisión.
  1. Pero te has parado a pensar lo que conseguirías si le preguntaras: ¿Cómo te imaginas tu vida de aquí a 10 años?

En algún caso haciendo coaching con adolescentes me he encontrado con respuestas como: “Siendo famoso y ganando mucho dinero”. Pero como he dicho es sorprendente como siguiendo con la metodología de las preguntas poderosas llegan a su propia reflexión de lo que realmente quieren para su vida. Por ejemplo, en un caso pregunté: ¿Qué te aportaría ser famoso y ganar mucho dinero? Y me contestó: “.. uff .. ahora me imagino siendo famoso y qué estrés.. no, no me gustaría.. y tener mucho dinero.. pues me aportaría felicidad.. “ Y le pregunté: ¿Qué es para ti la felicidad? Y él mismo se respondió:” .. la felicidad es el cariño de las personas que quiero….” Y la siguiente pregunta fue: ¿Qué relación tiene eso con ganar mucho dinero? Y su respuesta: “… ninguna… el dinero no da la felicidad… te ayuda a tener cosas que quieres pero no da la felicidad…” Qué fuerza tenían esas palabras…. Él mismo las había encontrado para él… Y de esta manera, con esta metodología consiguió saber lo que realmente quería para su vida de aquí a 10 años.

Pero no sería de extrañar que si tu hijo no está acostumbrado a que le preguntes para su reflexión te diga: “aih qué rara estás mamá! Déjame tranquilo”. No sufras, la semilla estará plantada…

Ir a tienda tu KitCo

Español
A %d blogueros les gusta esto: